En el marco de la Expo Italia Vino 2024, el embajador italiano en Perú, Massimiliano Mazzanti, ofreció un discurso donde destacó cómo el vino, en Italia, no solo representa un producto de consumo, sino también un patrimonio cultural que ha moldeado las costumbres y tradiciones de diversas regiones.
El embajador destacó que el vino es un pilar de la gastronomía y la cultura italiana, con una historia milenaria que se remonta a la época de los antiguos griegos y romanos. Estos últimos no solo expandieron su consumo en Europa, sino que también lo convirtieron en un símbolo sociocultural en territorios lejanos, consolidando la producción vinícola como parte del patrimonio italiano.
Hoy, Italia es uno de los mayores productores a nivel global, responsable de cerca del 21% de la producción mundial, un dato que refleja la magnitud y tradición de su industria vitivinícola.
Mazzanti señaló que el mercado italiano del vino es de «enorme dimensión y relevancia a nivel mundial», lo que subraya la importancia de este sector para la economía y la identidad del país. Su presencia en Perú a través de esta feria fortalece el vínculo cultural entre ambas naciones, impulsando el intercambio de conocimientos y experiencias en torno a la vitivinicultura.
El vino peruano durante el Virreinato
En otro momento de su discurso, el Embajador de Italia recordó un episodio relevante de la historia del vino peruano. En 1641, durante el reinado de Felipe IV, la Corona española emitió una real cédula que prohibía estrictamente la importación y consumo de vinos, aguardientes y otras bebidas provenientes del Virreinato del Perú. Esta medida tenía como objetivo proteger los intereses de la industria vinícola española, limitando la competencia de productos foraneos como el pisco, que ya había alcanzado una notable relevancia y reconocimiento.
La real cédula establecía penas y castigos severos para quienes infringieran esta prohibición, variando entre sanciones económicas y posibles confiscaciones de mercancías, así como otras penalidades que la Corona aplicaba comúnmente para desincentivar el contrabando y proteger los intereses económicos de España. Además, se establecía una vigilancia estricta para evitar que los comerciantes burlaran esta disposición, lo cual también incluía el castigo a oficiales o autoridades que permitieran la entrada de estos productos prohibidos.
Como se recuerda, en el contexto de estas disposiciones del siglo XVII, la Corona promovía activamente entre los virreinatos americanos el consumo de productos importados desde España. Es por esta razón, que en el Perú el vino poco a poco fue siendo sustituido por la producción del pisco.
Reconocimiento al pisco como peruano
Precisamentes sobre el Pisco, uno de los momentos más significativos del discurso fue cuando el embajador Mazzanti hizo un reconocimiento especial al pisco, calificándolo de «totalmente peruano». Este gesto, realizado en un contexto oficial, adquiere gran relevancia, pues subraya el respeto de Italia por las tradiciones peruanas y refuerza la autenticidad de un destilado que es símbolo de identidad para el Perú.
Expo Italia Vino 2024: un puente cultural y económico entre Italia y Perú
Expo Italia Vino 2024 se convierte así en un punto de encuentro donde se realza el valor de los productos italianos en territorio peruano. La feria no solo muestra la excelencia del vino italiano, sino que también representa una oportunidad para los productores peruanos de conectar y aprender de una de las industrias vitivinícolas más antiguas y reconocidas del mundo.
El discurso de Massimiliano Mazzanti en este evento no solo fortaleció los lazos entre Italia y Perú, sino que también consolidó el vino y el pisco como símbolos culturales de ambas naciones.