Vincenzo Odoguardi, vicepresidente del Movimiento Asociativo Italiani all’Estero (MAIE), lanzó una firme declaración contra las recientes modificaciones legislativas sobre la ciudadanía italiana. En palabras directas, calificó las nuevas normas como “anticostituzionali” y aseguró que el movimiento no se detendrá hasta revertirlas, incluso acudiendo a instancias judiciales.
Un gobierno incoherente con su discurso sobre los italianos en el exterior
“Es paradójico que el gobierno alabe a las comunidades italianas en el extranjero como embajadores de nuestra cultura y al mismo tiempo implemente normas que las excluyen”, afirmó Odoguardi. El dirigente expresó su desconcierto ante la contradicción entre las palabras institucionales y las acciones legislativas, que ahora limitan severamente la transmisión de la ciudadanía por sangre.
Una herencia global que no puede ignorarse
El vicepresidente del MAIE recordó que la emigración italiana ha tenido un impacto profundo en América y Europa: “Millones de italianos ayudaron a construir las sociedades que los acogieron, fundaron barrios enteros, conservaron tradiciones, idiomas y religiones”. Ese legado sigue vivo en “Little Italys” y comunidades que hoy continúan celebrando su herencia con orgullo.
Italia en el mundo: cultura, lengua, empresa y ciencia
“La cultura y la gastronomía italianas gozan de prestigio global, gracias a las comunidades emigradas”, añadió Odoguardi. Desde la cocina hasta el idioma, incluso en sus variantes dialectales, la italianidad sigue presente en lugares tan distantes como Sudamérica. Además, destacó la “vocación emprendedora” de los italianos en el exterior, generadores de empleo, innovación y desarrollo económico.
Ius sanguinis: un derecho que mantiene vivas las raíces
El nuevo decreto que limita la ciudadanía por descendencia ha generado gran preocupación. Odoguardi subraya que los italo-descendientes “son un puente entre Italia y el mundo” y que han creado escuelas, asociaciones y redes de ayuda mutua para no perder su identidad. “No se trata solo de nostalgia, sino de un impacto real en la economía y la diplomacia”, insistió.
La lucha del MAIE continúa: “No nos rendiremos”
El MAIE reafirma su compromiso: “Remediaremos el error cometido con el ius sanguinis. No será fácil, pero es una batalla que vale la pena”, concluyó Odoguardi. El movimiento ya se prepara para acciones judiciales y políticas que restituyan los derechos de millones de descendientes italianos alrededor del mundo.