Una reforma que busca endurecer los criterios para obtener la ciudadanía italiana por descendencia, limitándola hasta los abuelos e introduciendo la obligación de demostrar un vínculo concreto con Italia. Así lo anunció el Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, al término del Consejo de Ministros que aprobó un paquete normativo compuesto por un decreto ley de aplicación inmediata y dos proyectos de ley
«Ser ciudadano italiano es algo serio», repitió varias veces Tajani al explicar la reforma, que representa un endurecimiento significativo respecto a la normativa anterior, que permitía remontarse hasta tatarabuelos nacidos antes de la unificación de Italia en 1861.
Las cifras que impulsaron la reforma
El ministro proporcionó datos que demuestran la explosión de solicitudes de ciudadanía, especialmente desde América Latina: «En apenas 10 años, los ciudadanos italianos residentes en el extranjero han aumentado un 40%, pasando de 4,6 a 6,4 millones. En América del Sur, en aproximadamente 20 años, hemos pasado de 800.000 a más de 2 millones de ciudadanías, con un aumento del 250%». Significativo es el caso de Argentina, que pasó de unas 20.000 solicitudes en 2023 a 30.000 reconocimientos al año siguiente, y de Brasil, que vio un incremento de 14.000 en 2022 a 20.000 en 2023.
Tajani denunció la existencia de auténticas «agencias de ciudadanía» que prometen obtener pasaportes italianos con descuentos y ofertas como el «Black November», mostrando durante la conferencia de prensa ejemplos de publicidad con eslóganes en portugués y español que ofrecen «cursos online» y prometen «salida laboral inmediata» gracias a la ciudadanía italiana.
Las nuevas reglas desde el 28 de marzo
El decreto ley, en vigor desde la medianoche del 28 de marzo, establece que solo podrán obtener automáticamente la ciudadanía los descendientes de italianos hasta la segunda generación. «Quien tenga al menos un padre o un abuelo nacido en Italia será ciudadano desde el nacimiento», explicó Tajani, precisando que no habrá retroactividad: «Seguirá siendo ciudadano quien ya haya sido reconocido como tal o sea reconocido en base a una solicitud presentada antes de la medianoche del 27 de marzo de 2024».
Para quienes también posean otra ciudadanía, los nuevos límites se aplicarán independientemente de la fecha de nacimiento.
Vínculos concretos con Italia
Los dos proyectos de ley que completarán la reforma introducirán modificaciones sustanciales adicionales. «Se impone a los ciudadanos nacidos y residentes en el extranjero mantener en el tiempo vínculos reales con nuestro país, ejerciendo los derechos y deberes de ciudadano al menos una vez cada 25 años», precisó el ministro. Esto significa votar, renovar el pasaporte o el documento de identidad, actualizar la situación del registro civil o pagar los impuestos debidos.
Además, las personas nacidas en el extranjero deberán registrar su acta de nacimiento antes de cumplir los 25 años, bajo pena de perder el derecho a solicitar la ciudadanía italiana.
Centralización de los procedimientos y aumento de costos
La reforma también prevé la creación de una oficina especial centralizada en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que evaluará todas las solicitudes de ciudadanía procedentes del extranjero. «Será un examen atento, riguroso, correcto», subrayó Tajani, «para ver si quien ha enviado el expediente con la solicitud de ciudadanía tiene derecho a convertirse en ciudadano italiano».
El costo para obtener la ciudadanía, ya aumentado de 300 a 600 euros en enero, podría subir a 700 euros. Una medida necesaria, según el ministro, para compensar a municipios y consulados por el trabajo requerido, en particular a los pequeños municipios que a menudo «no son capaces de hacer funcionar su administración porque, teniendo quizás un solo empleado, deben ocuparse de tramitar las solicitudes para conceder la ciudadanía y no pueden trabajar para los ciudadanos del municipio».
Objetivos y consecuencias
Tajani destacó cómo la reforma persigue varios objetivos: hacer de la ciudadanía italiana «algo muy serio», dar respuestas concretas a las administraciones locales y a los tribunales sobrecargados por estas solicitudes, permitir a los consulados concentrarse en la protección de los intereses de los ciudadanos italianos en el extranjero y racionalizar el gasto público.
El ministro también denunció el fenómeno del «turismo sanitario» de personas que «nunca han pisado Italia pero tienen pasaporte italiano y vienen a nuestro país para recibir tratamiento médico, con costos a cargo del Estado y de las administraciones regionales, sin pagar impuestos».
«No estamos en contra de conceder la ciudadanía italiana por ius sanguinis», concluyó Tajani, «pero debe ser una verdadera solicitud de formar parte de la comunidad nacional de nuestro país, no un instrumento para viajar con el pasaporte europeo».
Buenos dias. Pero acaso en Italia no saben que la embajada Italia en Lima no ha activado el sistema de citas hace tiempo? En el 2011 mi abuela y yo solicitakos cita y nada, luego me entere que se podia ir a dejar la documentacion, en 2019, luego la pandemia certo y luego vi que se podia hacer citas online en una web especial y nunca estuvo activado la opcion para dar citas.. entonces? Es poca seriedad tambien…Yo tengo un expediente familiar, y por que no hay citas no puedo ramitar mi ciudadnia italiana, porque mi familai siempre ha tenido un lazo de italianidad, y ahora con esta ley que se salta la ley constitucional de ciudadania afecta a muchos que queremos obtenerla..deben tener autocritica tambien..